Controla tu dinero sin perder la cabeza

Trucos reales, historias de verdad y métodos que funcionan para gestionar tu flujo de efectivo sin necesidad de un máster en finanzas

Planificación financiera práctica

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Lecciones aprendidas de quienes lo han vivido

Asesor financiero experimentado

Óscar Vilaplana

Consultor de liquidez

He trabajado con docenas de negocios pequeños que colapsan no por falta de ventas, sino porque no saben cuándo van a cobrar. El flujo de caja es más importante que los beneficios en papel. Si no puedes pagar nóminas o proveedores a tiempo, da igual lo rentable que seas sobre papel. La clave está en prever movimientos con tres meses de antelación, no en reaccionar cuando ya es tarde.

Cómo empezar sin agobiarte

1

Mira los últimos tres meses

Descarga tus extractos bancarios y marca todo lo que pagaste. No juzgues nada todavía, solo observa patrones. Verás sorpresas, probablemente suscripciones que olvidaste cancelar o gastos que se repiten más de lo que pensabas.

2

Separa lo fijo de lo variable

Hay gastos que no puedes evitar: alquiler, seguros, servicios básicos. Luego está todo lo demás. Esta distinción simple te ayuda a ver cuánto margen tienes realmente para ajustar cuando las cosas se ponen difíciles.

3

Crea un colchón de un mes

Antes de complicarte con inversiones o ahorros ambiciosos, necesitas tener cubierto un mes completo de gastos básicos. Esto cambia todo. Te da espacio para pensar antes de tomar decisiones financieras precipitadas cuando algo sale mal.

4

Revisa cada quince días

No esperes a fin de mes para mirar cómo vas. Dedica 10 minutos cada dos semanas a comparar lo que llevas gastado con lo que calculaste. Los ajustes pequeños y frecuentes evitan sorpresas desagradables.